1. La "vuelta al cole"
El regreso a la rutina después de las
vacaciones de verano es siempre un buen momento para proponerse
cambios que pueden ir desde tratar de adquirir nuevos hábitos o aprender algo nuevo hasta
el cambiar de trabajo y por qué no, cambiar de casa. Las vacaciones de verano
suponen un parón en la rutina del año, que te permite pensar de una manera
más calmada, pausada y sin el estrés del día a día en cambios y en cosas nuevas que te
gustaría hacer en tu vida.
2. La gente se muda constantemente
Aunque tradicionalmente cuando
más mudanzas se producen suelen ser en verano o en primavera esto no quiere
decir que sea el único momento para ello. Existen infinidad de razones por
las que la gente necesita mudarse: Un nuevo empleo, mudarse más cerca de los abuelos ya mayores,
un nuevo miembro en la familia que implica mayor necesidad de espacio, ... La
demanda de vivienda está ahí aprovechémoslo.
3. Los compradores están buscando
buenas ofertas
Aunque los meses más cálidos son
más propicios para la venta y donde por lo general hay una mayor demanda; no quita que en los meses de otoño o invierno
también puedan surgir buenas oportunidades. En Otoño, por lo general los cierres
suelen ser más rápidos porque una vez que se acuerda la compra el comprador
está deseando pasar las vacaciones de Navidad en su nuevo hogar.
Si este Otoño estás pensando en
vender tu vivienda no dudes en consultarme.